Se llaman Océanos a una gran prolongación de agua salada que aparta a dos o más continentes terrestres. Dichas prolongaciones acuáticas abrigan la mayor parte del área de nuestro planeta y se manifiestan entre sí, a lo largo de miles de kilómetros cuadrados y comprenden más de un billón de kilómetros cúbicos de agua.
En este sentido, dadas estas longitudes, es evidente que los Océanos sean un rasgo característico de nuestro globo. En ellos se creó la vida y aún se conserva el porcentaje más alto de biodiversidad acreditado, lo cual igualmente representa que son fuente de nutrimento para el hombre y de muchas otras acciones económicas y entretenidas.
Es por esto que a lo largo de la historia del ser humano los Océanos le han encantado y cohibido especialmente, ya que forman una ventana de proporciones a la par que un límite divisor, que le paraliza trasladarse por sus propias provisiones de un ángulo de la tierra a otro.
Asimismo, dado que estas grandísimas masas de agua desempeñan un rol vital en los ciclos naturales del mundo, excesivos accidentes atmosféricos y catástrofes naturales se generan en su área, a menudo situando en jaque a las localidades costaneras humanas.
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Origen de los Océanos
Existen numerosas teorías sobre el comienzo de los Océanos de la Tierra. Por ejemplo a iniciaciones del siglo XX se especulaba que los satélites provenían de la materia que se había apartado durante la creación del Sol.
Por tanto se pensó que nuestro mundo fue una bola rocosa ardiente que se fue congelando progresivamente. Hasta que el vapor que sujetaba su atmosfera prehistórica se congeló espesándose y derrumbándose en forma de lluvia creando los ríos, los lagos y en definitiva, los mares y Océanos.
Este enfoque espantoso e incluso bíblico, ha avanzado en la actualidad sobre todo gracias a la geología, a una perspectiva desigual, en la que los astros ya no son fraccionados de nuestra estrella; si no que se crearon al mismo lapso que ésta, por la congregación y por encuentro de las partículas, que estaban disgregadas por el lugar luego del gran “big bang”.
Asimismo, la Tierra con su chica masa, comparada con el Sol, nunca logró su temperatura, y no poseyó atmosfera ni Océanos tal como se opinó. Sino que fue a continuación debido a las erupciones volcánicas, cuando se desalojo el vapor de agua comprendido en las rocas que la formaron.
Este desarrollo se formó, debido a la fuerza de la gravedad, ya que estas rocas acrecentaron su temperatura, excretando de forma precisa el agua aferrada en ellas, en forma de grandes erupciones volcánicas.
En la actualidad, los geólogos han confirmado que en las grandiosas erupciones se remite a la atmosfera grandes sumas de agua en forma de vapor que al congelarse y condensarse en forma de lluvia va originando los ríos, lagos y en definitiva los Océanos. Lo que no hay alianza es si esto se ocasionó en la etapa naciente de los primeros mil millones de años, o bien si ha sido un procedimiento extendido que aún se provoca.
No obstante, hoy en día menor providencia. Es decir los Océanos han ido progresando lo que debido a su gravedad se han ido arrasando en la corteza. Desarrollando en depresión y no en amplitud. Esto podría exponer de alguna manera la presencia de grandes planicies marinas que un día residieron por arriba del nivel de mar.
E otro sentido, la salinidad del agua de mar sería comprometido a su agrupación de sales fundidas originarias de la erupciones volcánicas, tanto oceánicas o como continentales, y además del lixiviado o lavado de la superficie de los continentes por los ríos que dan sus proporciones salinos al océano en si.
Otra teoría del origen de los Océanos que sustentan el estudio
Cuando la corteza terrestre empezó a cuajarse, la secuela de la marea continuó perjudicándola pero en mucho menor régimen, sometiendo su resultado a un par de centenas de metros y al congelarse aún más a unas decenas.
Para entonces, no obstante, la atmósfera de la Tierra ya se había congelado lo bastante como para que se aglomeraran las enormes sumas de vapor de agua que sujetaba. Comenzó a llover, una lluvia aguda y perpetua, una lluvia que no alcanzaba al fogoso suelo sino que regresaba a evaporarse a unos cientos de metros antes de palparlo.
El transcurso se vio auxiliado por una aguda lluvia de asteroides y meteoritos, muchos de ellos construidos en su mayor parte por hielo, que hace 3.900 MM de años hostigaron la Luna y la Tierra, a ciencia cierta, originarios de una catástrofe planetaria análoga al que dio principio a la Luna.
La suma de meteoros que abatió en esa estación fue muy magna, como certifican los cráteres lunares, muchos de los cuales son de ese lapso y algunos de hasta mil kilómetros de diámetro, lo que muestra que los meteoritos desplomados serían de centenares de kilómetros de radio.
En la Tierra debió abatir un total al menos diez veces mayor y el calor creado por su desplome enalteció algo más la temperatura íntima de la Tierra, pero además trasladaron con ellos, en forma de hielo, una gran porción del agua que todavía hoy en día forma nuestros Océanos.
Pasado esta catástrofe lunar, la corteza perseveró a helarse y al cabo de millares de años la lluvia comenzó por fin a alcanzar hasta los iniciales cratones, aún sobradamente calientes, y volvió a vaporizarse y retornó a abatir durante decenas de miles de años antes que en las cumbres de las montañas.
Asimismo, allí donde la corteza era más gorda y más sofría, se crearon las primeras lagunas y lagos y los primitivos ríos, que prosperaban ondulando produciendo gigantes arroyos hasta conseguir las regiones más bajas, donde la corteza era más consumida y donde al agua tornaba a hervir para volver a formar su inmortal ciclo.
Millones de veces se redundó este ciclo, durante al menos quincuagésimas millones de años, antes de que por fin el agua que continuaba abatiendo torrencialmente principiara a crear los primeros mares que posteriormente se transformaron en Océanos que envolvieron una gran parte del planeta Tierra. Pero al mismo tiempo que se iban creando los Océanos, el dominio de la Luna emprendió a formarse sentir en ellos.
Acorde la corteza terrestre se había ido cuajando, la imperfección excitada por la consecuencia marea era mínimo, pero los Océanos, mucho más manados que el lava, reaccionaron a la gravedad lunar enalteciendo una formidable marea que progresaba como una ola de varios kilómetros de elevación y flagelaba los continentes a prontitudes supersónicas, adelantando cientos de kilómetros en los continentes y obligando toneladas de rocas en su retroceso.
La velocidad lograda por esta ola formidable era enorme, tanto que en las orillas de los continentes adelantaba tierra adentro destrozando la barrera del sonido y formando millones de toneladas de espuma y trillones de minúsculas gotas de agua, que creaban grandiosas nubes que abrigaban toda la Tierra.
Y en su retroceso los Océanos empapaban elementos con los que se ajustaban para fundar muchas sales y combinados minerales, varios de ellos de azufre, silicio o hierro que contribuyeron a los Océanos antiguos un color verde rojizo que fue el tono dictatorial del planeta en los sucesivos millones de años.
Aún salvarían varios cientos de millones de años antes de que la Tierra se aquietara y la Luna se apartara lo suficiente como para que la marea lograra a poseer solo unos cientos de metros de elevación.
Y cuando la Tierra fue lo suficiente lenta y la marea oceánica lo suficiente baja, la suma de espuma y gotas en detención fue lo bastante chica para que por fin, entre un mar de nubes que había tapado la Tierra durante cientos de millones de años, surgieran los primeros claros a través de los cuales la luz del Sol consiguió por primera vez la área sólida y el rojo mar de la Tierra.
7 características significantes de los Océanos
Algunas de las características que presentan los Océanos, son:
1. Extensiones
Los Océanos son auténticas masas grandiosas de agua. Su plano estimado es de 361.000.000 km2, lo cual representa tres cuartas partes de la integridad del planeta. Tienen una hondura media de 3900 metros (con irregularidades frecuentadas de mucho más, como es el caso de la fosa de las Marianas de 11.034 metros), lo cual simboliza unos 1.300.000.000 km3 de cuerpo, en otras palabras, el 94% del agua de la Tierra
2. Clasificación
Existen tres magnos Océanos en el universo, estos son el Pacífico, el Atlántico y el Índico, continuados de dos océanos menores: el Ártico y el Antártico. Los dos primeros de la enumeración se suelen fraccionar, igualmente, en Pacífico y Atlántico Norte o Sur, equitativamente. De todos ellos, el de mayor volumen es el Pacífico.
El Atlántico aparta los continentes de Europa y África del continente americano, mientras que el Pacífico lo aleja a este último de Asia y Oceanía. El Índico, por su parte, desvía el continente africano del asiático y de Oceanía, por debajo de la India. Los Océanos ártico y antártico se hallan en las afueras de sus referentes polos norte y sur.
3. Constitución
El agua de los Océanos es salada, dado que comprende grandísimas sumas de sodio y cloro en forma compacta, lo cual resulta en sal común (cloruro de sodio). Las proporciones de salinidad son versátiles, sin embargo, y en las zonas polares es más bien insuficiente.
El agua oceánica además abarca potasio, magnesio, calcio y otros elementos en mucha menor medida. Se aprecia que, dadas sus extensiones, en ella puedan encontrarse todos los elementos tratados.
4. Coloración
Una referencia indagadora del agua de los Océanos es que su tonalidad azul, al inverso de lo que se especula, no se debe solamente al reflejo del azul de los cielos, sino que al encontrarse en compensaciones enormes, el agua tiende a exponerse de manera azulada.
5. temperatura
El agua de los Océanos tiene una temperatura versátil, que suele variar entre los 12 y 30 °C en su capa aplacada superficial, que puede ir del área a los 50 o inclusive 100 metros de hondura. Por debajo de esos trayectos, el líquido se conserva entre los 5 y -1 °C.
Notoriamente estos valores son más elevados en las aguas tropicales y cercanas al ecuador, y más bajos a medida que nos acerquemos a los polos. De esta manera, el agua de los Océanos es más caliente en verano y más fría en invierno.
6. Mareas
El agua de los Océanos nunca está estática, sino que se encuentra en constante corriente debido a los diferentes ejemplares de mareas existentes, causadas por la fuerza gravitatoria de la Luna y del Sol. De esta forma, la cara del planeta exhibida a la luna presentará un aumento supuesto en el volumen de las aguas, mientras que la exhibida al sol una supuesta rebaja.
7. Corrientes marinas
Otra representación de movimiento de las aguas oceánicas son las corrientes marinas, obra de la labor del viento sobre el agua, que las traslada y pone en meneo, a la par del efecto Coriolis y el giro terrestre. Se tratan 28 corrientes oceánicas diferentes, cada una enlazando sectores desiguales del planeta en una suerte de enredo.
Clasificación de los Océanos
Los Océanos pueden clasificarse de la siguiente manera:
1. Océano ártico
El Océano Ártico, también acreditado como el Mar Ártico o en el Océano Ártico del norte es el menos hondo, el más reciente y, posiblemente, el océano más chico del mundo. Inicialmente, se pensaba que era parte del Océano Atlántico. Se halla cerca de los terrenos en el Polo Ártico del Norte. La frontera entre el Océano Ártico y el Atlántico crea la isla de Baffin y Groenlandia, en el estrecho de Davis.
La mayor parte del Océano Ártico posee una superficie de un depósito redondo con un plano aproximado de 14 056 000 km ². Por todos lados cercado por las masas de tierra. El Océano Ártico se construye de tres cuencas diferentes, la Bahía de Hudson y un soporte de ancho situado al norte de Siberia Oriental y Extremo Oriente de Rusia.
El litoral del Mar Ártico posee una distancia de 45 389 kilómetros y disfruta de muchas bahías. Las islas más magnas son: la isla de Ellesmerte, Nueva Tierra, Groenlandia, la isla de Baffin, la Isla Victoria, Isla Príncipe de Gales, isla Axel Heiberg, Isla de Banks y Spitsbergen.
En la superficie del océano hay clima de polar ártico, constituida por los anticiclónes: de Groenlandia y el Ártico. Esta región se determina por una temperatura del aire firme, bajo del cero, así como chicas sumas de ardor anual. El clima subpolar se define con a veces vacilante, bajas temperaturas.
La temperatura diaria intermedio del aire durante el mes más ardiente, consigue los 10 ° C. Durante la primicia del otoño e invierno, la noche polar rige aquí, durante cual el cielo esta sin nublosas y las situaciones climáticas están claras y firmes. No obstante, durante el día polar están las tormentas de nieve y la lluvia, mientras que el clima se encuentra nublado y acuoso.
2. Océano índico
El Océano Índico es el tercer mayor establecimiento del agua a nivel mundial. Su área personifica el 20% de las áreas marinas del mundo. Esto valer por unos 73 556 000 km ² (conteniendo el Mar Rojo y Golfo Pérsico), y su cuerpo se aprecia cerca de los 292 130 000 km ³.
Desde el norte delimita con Asia, al sur con la Antártida, al oeste con la Península Arábiga y África y en el este por la Península de Malaca, Islas de la Sonda y Australia. El Océano Índico pertenece a aguas muy calurosas. En la parte norte, la temperatura casi nunca baja de los 25 ° C. Junto de la Antártida, se disminuye a cerca de 0 ° C. La temperatura media en la región del océano es de 17 ° C y la salinidad del 34,8 ‰.
3. Océano meridional
El Océano Meridional también se presenta como el océano Glacial Antártico o mar Glacial Antártico. Esta enorme masa de agua se desarrolla desde la costa de la Antártida hasta los 60 ° Sur. Se enlaza a otros océanos, como por ejemplo con el Pacifico, el Atlántico e el Índico. En expresiones de cuerpo, presenta el cuarto lugar entre los 5 océanos.
4. Océano pacífico
El Océano Pacífico es el más grande, más viejo y hondo de los océanos en la Tierra. El apodo le dio un navegante español Fernando de Magallanes (de español «Pacífico» – calma). Durante su viaje cerca del mundo, el mar estaba inusual despejado. Por desdicha, su nombre no tiene nada que ver con el contexto presente. El Océano Pacífico está lleno por los ciclones, tsunamis y tifones, y su fondo está tapado de volcanes enérgicos.
El océano emplea la tercera parte de toda la Tierra, y contiene 178,7 millones kilómetros ². Otros designes de este formidable almacén de agua es el Gran Océano. Su dilatación latitudinal (entre la costa de Colombia, Indonesia y Perú), alcanza casi la mitad de la circunferencia de la esfera, en otras palabras, 19.800 kilómetros. Si bien la obtención meridional (entre el mar de Ross y el mar de Bering) es 15.500 kilómetros.
El contenido del océano Pacífico se aprecia en 169,2 millones de km ³, que personifica el 46% de todos los recursos de agua en la Tierra. Situada en la hondura del océano esta la más penetrante del mundo, la Fosa de las Marianas (10 911 m). La hondura media del Gran Océano es de 4 280 m. Lindantes del Pacífico son: en el este con América del Norte y Sur, en el oeste con Asia, junto con Australia, en el norte con el hielo Ártico, y por último, en el sur la Antártida.
Debido a su ubicación en el área de las placas tectónicas, el Pacífico es la región de mayor actividad sísmica del mundo. Estas placas constantamente cambian y causan terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas. El área del Gran océano se conoce como «Anillo de Fuego del Pacífico» porque hay un 90% de los volcanes activos y tanto como 81% de todos los terremotos.
Lo más particular del terreno de los Océanos es la apariencia de las más amplias de todo el océano cavidades y muchas zanjas oceánicas. El lecho marino del Pacífico es muy variado y fundamenta esencialmente de rocas ígneas, análogo al basalto.
Además, hay una gran representación de montañas submarinas (conteniendo guyots, o montañas submarinas excelentes de hasta varios miles de metros y la parte privilegiada plana, por ejemplo, Patton Montaña: -662 m), especialmente de principio volcánico.
En parte entre tropical del Pacífico se hallan los arrecifes o islas y corales de barrera. La creación más grandiosa de este tipo establece una gran barrera de coral, situadas en la plataforma en la costa noreste de Australia. Está anotada en el Patrimonio Mundial Cultural y Natural como un parque marino (desde el 26 de octubre de 1981).
Hay muchas variedades de peces, moluscos, corales y las plantas. Exploración con las azules aguas de la Gran Barrera de Coral se puede hallar, entre otros erizos de mar, esponjas, aguamalas, tiburones, moluscos grandes, estrellas de mar, barracudas, langostinos o los osos perezosos.
En otro sentido, la flora del Pacífico contiene algas rojas, clorófitos, algas, dinoflageladas, diatomeas. En cuanto a la fauna es océano que posee el mayor número de especies marinas, siendo algunas de ellas los caracoles, los moluscos, los cefalópodos, también se evidencian sumas de erizos de mar, cangrejos, hay presencia de camarones, estrellas de mar, los pepinos y sin duda los peces. El área del océano esta residido por lobos marinos, palmípedo, cetáceos, ballenas, morsas, delfines, focas y nutrias marinas.
Por otro lado, la pesca del Océano Pacífico provee cerca del 55-60% de las pesquerías del mundo siendo algunas especies el bacalao, el arenque, las sardinas, los abadejos, los salmones del Pacífico, entre otras variedades. En la parte inferior hay almacenes de minerales del platino, oro, estaño, circonio, titanio, cesio y otras piedras bellas y depósitos fosforitas. Aprovechados también son los depósitos del aceite y gas original.
5. Océano atlántico
El océano Atlántico es una enorme masa de agua que envuelve cerca del 16.7 por ciento de la Tierra y abriga un área total de alrededor de 85, 133,000 kilómetros cuadrados. Para poseer una idea, es significativo recalcar que es levemente mayor que la mitad del océano Pacífico.
Este océano posee una hondura media de 3,339 metros con mares contiguos y su cuerpo es de 354’700,000 kilómetros cúbicos, con sus mares vecinas. Milwaukee Deep es la región más honda del Atlántico, calculando nada más y nada menos que 8,380 metros.
Delimita al norte con el océano Ártico, con el océano Pacífico al suroeste, con el océano Índico al sureste y con el océano Austral o Antártico al sur. Se enlaza con el océano Ártico a través del mar de Groenlandia, el estrecho de Dinamarca, el mar de Noruega y el mar de Barents. En cuanto a tierra, inunda las costas de América en el oeste y las de Europa y África en el este. Es “hogar” del mar Báltico, el mar Mediterráneo, el mar Negro, el mar Caribe, el Golfo de México y el mar de Noruega.
Las aguas del norte realmente se aplanan ya que son más sofrías, espesas y saladas de lo normal como resultado de ser congeladas por las corrientes del Ártico. Este hecho da apertura a lo que se frecuenta como “circulación termohalina” o “cinta transportadora oceánica”.
El apodo del océano Atlántico procede de Atlas, un protagonista de la mitología griega acreditado por mantener el cielo sobre sus espaldas.
Forma del fondo marino
El borde continental es la parte del fondo marino que está más cercana a tierra firme. Se fracciona en:
1. Plataforma continental o plataforma submarina
Es la menos honda, llega a los 200 m de depresión, siendo suficientemente plana. El agua que la envuelve suele dominar vida marina en exuberancia y la mayor parte de la pesca se ejecuta en esta área. Aquí se localiza la cuarta parte de la fabricación mundial de petróleo y gas originario de las rocas que se hallan debajo de estas apariencias.
2. Talud continental, declive o escarpa continental
La dilatación del talud varía acatando del océano en que se halle. Posee una prorrogada más articulada que la primera y se ubica entre los 200 hasta 3000 metros de hondura tentativamente.
3. Borde continental
Se halla en la parte conclusiva del talud y sellaría la frontera con los fondos oceánicos.
4. Dorsales oceánicas
Son series montañosas submarinas, extensas y entalladas, habitualmente situadas en el centro de los Océanos. En intermedio miden 1000 km de amplitud con una elevación de 3000 m. Crean un sistema más o menos acoplado de 80 000 km de largo, tomando diferentes nombres, por ejemplo, dorsal de Reykjanes, dorsal Mesoatlántica y dorsal del Pacífico Oriental.
5. Planicies profundos
Se crean entre las dorsales oceánicas y los arenales continentales. Son regiones muy lisas y iguales, en torno a los 4000 m de hondura. Conjeturan cerca del 40 % del fondo del océano.
Volcanes submarinos
Comprenden a las fosas oceánicas o abisales que son aquellas partes más hondas de los Océanos, con una media de 7000 a 8000 m de depresión, que pueden obtener una dilatación de miles de kilómetros de largo. La fosa de Las Marianas posee la mayor hondura del planeta con más de 11 000 m debajo del nivel del mar.
En conclusión, la vida de los Océanos puede cambiar de unas maneras a otras ya que algunos son más extensos que otros y además, las especies vivientes, bien sean flora o fauna pueden verse perjudicadas de acuerdo al ecosistema en el que se halle, recalcando también que las temperaturas en los diversos Océanos pueden cambiar.