Los pescados del mar de Colombia han tenido un cuidado en el que distintas investigaciones han mostrado su vulnerabilidad. Han sido 17 las entidades encontradas en el país, que en conjunto realizaron 40 estudios investigativos profundo. Esto los llevo a lo que es el famoso libro rojo entre los peces marinos. Esta herramienta ha sido de gran relevancia para que los equipos de conservación puedan llevar planes de cuidados entre ellos.
Los resultados han arrojado que Colombia es un país con gran cantidad de peces marinos. Pero además de que hay una inmensa variedad, también hay una gran explotación. Por su parte, hay muy poco estudio sobre cómo se están llevando a cabo las actividades económicas y el tratamiento de los territorios acuáticos. El estudio antes mencionado se llevo a cabo con la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las especies que fueron estudiadas fueron 123 en total. Se analizaron en conjunto con la Universidad de Antioquia para elaborar una edición más actualizada del libro rojo de la UICN. Sin embargo, de estas especies, solo 20 fueron consideradas de preocupación menor. Lo que implica que las otras 103 forman parte del libro rojo como especies de preocupación mayor, que ameritan mayor conservación en la especie.
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Pescados del mar de Colombia
El nuevo libro rojo de las clasificación de animales marinos existentes que ameritan mayor conservación y cuidado en Colombia, ameritó como primer lugar la información principal. Esta data fue recopilada del primer libro. Luego de eso, se realizó una nueva lista y se estudió la situación de vulnerabilidad de cada especie. En ese sentido se encontraron especies en la categoría máxima de amenaza. Además, la mayoría que se encontraba en estado crítico sigue en esa categoría.
Anteriormente mencionamos a 103 especies en total, cuando nos referimos a las más en estado crítico. De ese total se encontraron a 56 especies que están amenazadas a ser parte de las especies en peligro de extinción. Estas especies se dividen entre 6 que están En Peligro Crítico, entre las 7 se encuentra en Peligro de extinción la tortuga carey y las otras 43 especies que tienen estados Vulnerables. Estas especies incluyen a 10 especies de tiburones, seis especies de rayas, y 40 especies de peces óseos.
Las investigaciones realizadas por los conservacionistas de la biodiversidad marina y los Ecosistemas Marino, indican que es necesario que se actualice de forma constante la información que indique la fauna marina de Colombia. De esta manera tendrán mayor cercanía con lo que está ocurriendo en las aguas marinas del país. Además, esto también aporta información al conocimiento y a la conservación de la fauna marina.
Cabe destacar que el libro anterior había sido realizado en el transcurso del año 2002. Hoy, cuando han pasado 16 años después, vemos la razón principal por la cual se debe redactar un segundo libro. Lo más relevante es que los hábitats naturales son dinámicos. Aunque también las amenazas y por eso constantemente se deben revisar. Además de evaluar las condiciones en las que están las distintas especies marinas.
Recordando la publicación del libro anterior
Al momento de publicar el libro rojo en Colombia, junto al listado registrado por la UICN. Tal publicación tuvo un impacto relevante en el país, sobre todo en la comunidad científica. Sin embargo, se requería de forma principal que quienes toman decisiones a nivel nacional, sean los primeros en mostrar el impacto. Pero entre los tomadores de decisiones no hubo ninguna reacción ni acción conforme a los resultados del libro.
Explicación de vulnerabilidad
Para que una especie se pueda considerar en amenaza o en riesgo de extinción, existen varios niveles. En primer lugar se pueden mencionar los riesgos vulnerables (VU). Luego de eso se clasifican las especies que están en peligro de extinción (EN) y por último hay razones del peligro de extinción en los delfines. Por este motivo es fundamental que quienes toman las decisiones y accionan, sean los primeros en conocer el estado de las especies marinas.
Quienes toman decisiones, son los primeros que deberían controlar el manejo de las especies. En algunos países se ha controlado la explotación de distintas maneras. Un ejemplo de ello, es que en Chile no se admite la pesca con redes del Pejerrey. De esta manera se disminuye la vulnerabilidad de los peces y se permite su mayor reproducción. Al ser menor la explotación que el área reproductiva. Para eso se requiere un estudio específico, sobre cada especie.
En Colombia, el órgano principal a nivel nacional es el Ministerio de Ambiente. Este ministerio es el que debería expedir las normativas y resoluciones respectivas que mantengan con vida especies amenazadas. Con estas regulaciones se pueden tomar acciones de manejo y también un mayor control de los recursos naturales. Por supuesto, estas decisiones deben tomarse luego de la investigación acorde para cada especie.
Lo más importante de todo, es que este estudio realizado, sea considerado. Estas 103 especies ameritan un trato especial. Aun las especies que tienen estado de preocupación menor. El sector pesquero amerita un control para la conservación de las mismas. Todo esto se puede fortalecer, cuando se unen los puentes académicos, de ciencia, las autoridades nacionales y locales que puedan alertar sobre el cuidado de los recursos del país.
Conservar las especies marinas
Mero Guasa
Científicamente lleva por nombre Epinephelus itajara. Fue descubierto en el año 1822 por Lichtenstein. El Mero Guasa es uno de los pescados del mar de Colombia que se encuentran en peligro crítico. De hecho su categoría de amenaza es la máxima. Según los registros, al ser una especie nativa, también se encuentra amenazada por las especies foráneas que fueron introducidas en los océanos.
Por eso el propósito principal de este artículo es dejar claro que es necesario generar una alerta de conservación de especies marinas. Algunos peces foráneos son el pez león y el camarón tigre. Pero también otras especies de moluscos se han convertido en la amenaza principal entre los pescados del mar de Colombia. Algunas veces también son los que producen que los peces nativos entren en la categoría de peligro.
Una lista más larga
El objetivo principal de elaborar una lista roja, como bien hemos indicado, es disminuir el panorama de vulnerabilidad. Por este motivo, es preocupante que en este segundo listado, el listado es mayor. Si bien ya se conocía la vulnerabilidad en el libro anterior, era necesario que los pescados del mar de Colombia tuviesen una atención especial y plena. Debieron realizarse políticas en las que se implemente el cuidado de las especies.
Como esto no ocurrió, luego de un nuevo estudio, muchas especies estaban en el mismo estado de vulnerabilidad. Otras pasaron a un grado de mayor preocupación y otras especies se agregaron a la lista. Lo que demuestra el poco trabajo realizado mantener a las especies en los mares de Colombia. Todo esto se puede realizar junto a las entidades encargadas en mantener la protección de los peces del mar de Colombia.
No solo se necesitan las herramientas y las normativas necesarias. También es fundamental la capacidad del equipo, esta debe ser la suficiente para realizar el debido y oportuno seguimiento. Es entonces cuando se sabrá cuál será la asignación de personal para la elaboración del trabajo y las normativas ambientales que se usarán en las áreas marinas del país.
Algunos estudiosos recomiendan que lo más adecuado para conservar los pescados del mar de Colombia, es que las actividades de pesca se hagan a más de un kilómetro de las costas. Por otro lado también se recomienda que se hagan entre las profundidades a más de diez metros.