En ocasiones los seres humanos tendemos a catalogar o tal vez asignarles nombres a los animales por el comportamiento o las cualidades que éstos pudiesen presentar. Quizá, muchos de estos seres vivos poseen apodos no muy atrayentes, sin embargo, cuando los estudiamos nos damos cuenta que son seres seductores y atrayentes a la vista del humano. En el día de hoy me inclinaré a una especie de reptil marina que a pesar de su singular nombre la convierte en uno de los reptiles más fascinantes, la Tortuga Boba .
En las no muy hondas aguas de las costas del océano Atlántico, Indico, Pacifico y el mar Mediterráneo habita la Tortuga Boba , uno de los quelonios con taxonomías muy llamativas.
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Taxonomía de la Tortuga Boba
Una de las características más notorias en cuanto a la taxonomía de esta especie es su cabeza, ya que es relativamente grande, cualidad que la distingue y la apoda en algunas zonas como ‘’cabezona’’. Siendo uno de los quelonios marinos, la Tortuga Boba pertenece a la familia Cheloniidae, que integra a todas las tortugas marinas, con una pequeña excepción de la tortuga laúd.
Historia evolutiva de la Tortuga Boba
Como cualquier ser vivo, las tortugas bobas también proviene de un ancestro, sin embargo, en la actualidad se carece de pruebas específicas de esta acotación. E piensa que la historia evolutiva de la Tortuga Boba inicia hace 40 millones atrás, ya que para ese periodo surge la antigua familia Cheloniidae, familia a la cual pertenece nuestra protagonista del día de hoy.
La historia evolutiva narrada de la Tortuga Boba empieza en sí hace aproximadamente tres millones de años, durante la época del Plioceno, cuando América Central surgió del mar, incomunicando las corrientes marinas entre el Atlántico y el Indo-Pacífico. Dicho desvío hizo que se producirán cambios climáticos originando que la tierra entrara en una especie de ciclo glacial.
En este sentido, el afloramiento de agua fría cerca del cabo de Buena Esperanza y la disminución de la temperatura del agua en el cabo de Hornos crearon barreras de agua fría que frenaron la migración de las tortugas. Esto implicó en el aislamiento total de las poblaciones del Atlántico y las del Pacífico.
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Pasado el tiempo muchas especies de distintas variedades de animales no solo acuáticas sino terrestres se vieron de nuevo afectadas por otro cambio de clima que sin duda hizo que diversas especies tuvieran que evolucionar para adaptarse a su nuevo estilo de vida y otras, lamentablemente, culminaron su ciclo de vida en ese momento.
Durante la Edad de Hielo más reciente, las playas del sudeste de América del Norte eran muy frías para los huevos de las tortugas marinas. A medida que la Tierra empezó a avivarse por sus altas temperaturas, las tortugas bobas extendieron su área de colocación hacia el norte, emigrando las playas del norte. Debido a esto, las tortugas que habitando entre Carolina del Norte y el norte de Florida representan una población genéticamente desigual de las del sur de Florida.
Muchos científicos señalan que estas diferencias genéticas y características únicas que las representan en diversos lugares se deban al lugar donde tuvieron que empezar a residir las tortugas bobas y el estilo de clima de tales zonas donde llegaron.
Por ejemplo, las tortugas bobas del Mediterráneo son más chicas, en promedio, que las del océano Atlántico. Las tortugas bobas del Atlántico Norte y del Mediterráneo son familias de colonizadores oriundos de Maputaland en Sudáfrica, y los genes de estos fundadores sudafricanos aún están vigentes en las poblaciones de hoy.
Características físicas de la Tortuga Boba
Evidenciar a una Tortuga Boba no es difícil, algunas de sus características son:
1. Caparazón
La Tortuga Boba es la tortuga con caparazón duro más magno del mundo. Los adultos poseen un rango de peso medio de 80 a 200 kg y una extensión de 70 a 95 cm. Por otro lado, no solo el tamaño del caparazón de la Tortuga Boba es el único con cifra grande, pues el peso máximo inscrito es de 545 kg y la extensión máxima inspeccionada del caparazón es 213 cm.
Asimismo, el caparazón se utiliza como armadura externa, no obstante, las tortugas bobas no pueden retraer sus cabezas o patas en la misma. Si evidenciamos detenidamente el caparazón de alguna Tortuga Boba, podemos notar que este se divide en dos cortes, el primero es el carapacho el carapacho y el plastrón. El caparazón se ajusta de grandes escudos o placas. Cada uno constituido por unos 11 ó 12 pares marginales que cercan al carapacho.
De los cuales 8 Cinco escudos vertebrales andan por la línea media de la cubierta, la cual está rodeada por cinco pares de escudos costales. Por otro lado, el escudo nucal se localiza en la base de la cabeza. El carapacho se enlaza con el plastrón por tres pares de placas inframarginales. El plastrón posee escudos emparejados gulares, pectorales, abdominales humerales, femorales y anales.
2. Cabeza
La cabeza es quizás una de las mayores características que distingue a cualquier Tortuga Boba pues esta posee una enorme cabeza a diferencia de las demás quelonios. En otro sentido, si describimos un poco más la cabeza podemos notar que esta y la parte superior de la corteza poseen una tonalidad que puede variar desde amarillo-naranja hasta marrón-rojizo, mientras que el plastrón (parte inferior) es regularmente de un color amarillo pálido.
3. Cuello
El cuello y los lados de la Tortuga Boba son de coloración marrón en la parte superior y amarillo en los laterales y en la parte inferior.
4. Glándulas lagrimales
Aunque parezca difícil de creer, las tortugas bobas poseen glándulas lagrimales que se localizan detrás de cada ojo las cuales cumplen la función de conservar un equilibrio osmótico al excluir el exceso de sal derivado por la deglución de agua de mar. En tierra, la evacuación del exceso de sal da la falsa excitación de que la tortuga está lloriqueando.
Ecología y conducta de la Tortuga Boba
Las tortugas bobas son más activos durante el día. Las actividades cotidianas están divididas entre nadar y reposar. Durante el descanso, tiende sus patas delanteras hasta el estado de natación mediana. Persisten inmóviles, con los ojos abiertos o medio cerrados y son simplemente alertados mientras se hallan en este estado.
Pasan hasta los 85 % del día bañados, los machos siendo más activos que las hembras. La duración promedio de las sumersiones es de 15-30 minutos, pero pueden persistir sumergidos durante hasta cuatro horas.
Es importante aclarar que aunque estemos tratando y hablando de la Tortuga Boba esta en su etapa joven y adulta poseen diferentes técnicas de nado. Los juveniles conservan sus extremidades anteriores forzadas hacia los lados de la corteza, y se empujan por patadas con sus miembros traseros.
A medida que los juveniles maduran, esta técnica de natación es gradualmente reemplazada con la técnica de mutación de las extremidades ejercido por los adultos, y dependen totalmente de este método de natación al lograr la edad de un año.
Por otro lado, aunque el ataque entre hembras es muy raro entre los vertebrados marinos, es bastante habitual entre las tortugas bobas. El conflicto entre hembras se origina especialmente por el acceso a las áreas de nutrición.
La escalación de la batalla típicamente sigue cuatro etapas. Primeramente, cuando estamos al frente de un ataque de tortugas bobas podemos notar que el contacto primero es incitado por señales visuales o táctiles. En segunda instancia, se origina la confrontación, principiando con cotejos pasivos definidos por movimientos circulares extensos.
A medida que se van desarrollando estas conductas podemos diferenciar la confrontación inicial con la agresiva cuando en esta última una de las tortugas deja de circular y desafía concisamente a su adversario. En tercera instancia, se emprende el combate cuando las tortugas muerden las mandíbulas del antagonista. La etapa final implica el apartamiento, sea recíproca, con ambas tortugas buceando en direcciones opuestas, sea cuando una de las tortugas está siendo acosada hasta fuera de la región disputada.
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Esta escalación es establecida por varios factores, como niveles hormonales, el deterioro de energía, los resultados perseverados, y la categoría del área. En todas las fases, una cola vertical muestra la energía de escalar, mientras que una cola retorcida muestra la voluntad de vencerse.
Como mayor ataque es metabólicamente alto y latentemente fatigoso, es mucho más probable que el combate solo se aumente si implica el paso a buenas zonas de nutrición. Igualmente se ha notado ataque en cautiverio. Supuestamente las tortugas son animales muy territoriales, y exponen una conducta agresiva frente a otras tortugas bobas, e inclusive frente a otras variedades de tortugas marinas.
Nutrición de la Tortuga Boba
La Tortuga Boba es omnívora, presentando el mayor número de presas frecuentadas entre todas las tortugas marinas. Sus principales presas contienen invertebrados bentónicos, como babosas, moluscos y decápodos, isopodos y cirripedios, esponjas, braquiópodos, briozoos corales, pennatuláceos, gusanos poliquetos, anémonas de mar, cefalópodos , erizos, pepinos de mar, estrellas de mar, peces, tortugas recién nacidas, algas, y plantas vasculares.
Depredadores de la Tortuga Boba
La Tortuga Boba posee numerosos depredadores, principalmente temprano en su vida. Depredadores de huevos y neonatos contienen gusanos oligoquetos, escarabajos, larvas de moscas, hormigas, cangrejos, serpientes, gaviotas, zarigüeyas, osos, ratasmustélidos, zorrillos, cánidos, procionidos, gatos, cerdos.
Reproducción de la Tortuga Boba
Las hembras se reproducen por primera vez entre las edades de 17 y 33 años y su período de coito dura hasta seis semanas. Sin embargo la conducta de cortejo no ha sido explorado a fondo, el de los machos incluye besar, morder, y movimientos de la cabeza y las aletas. Estudios insinúan que las hembras originan feromonas cloacales para mostrar el volumen reproductivo.
Antes del coito, el macho se acerca a la hembra que suele tolerar sus intentos principales de montarla. A continuación, el macho y la hembra emprenden a dar vueltas el uno al otro. Si el macho posee competidores, la hembra puede dejar que los machos combaten entre sí. El ganador monta a la hembra, proceso durante el cual las garras encorvadas del macho suelen perjudicar la superficie de los hombros de la corteza de la hembra.
La Tortuga Boba puede asumir paternidad múltiple. La hembra posee la facultad de acumular el esperma de varios machos en sus oviductos hasta la ovulación. Cada puesta puede poseer hasta cinco padres diferentes, cada uno aportando esperma a una parte de la puesta. El tamaño de la hembra goza de una reciprocidad positiva con la paternidad múltiple.
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Existen dos hipótesis para exponer la analogía que involucra a la Tortuga Boba. La primera es que los machos eligen hembras grandes por su clarividencia de que poseen una mayor exuberancia. La otra defiende que las hembras más grandes son aptas de nadar con mayor ligereza a las áreas de reproducción, y por lo tanto poseen períodos de coito más extensos.